dimecres, de novembre 22, 2006

Septiembre de 1976

- No sabés, gordo, tenías que escuchar hablar al hijo de puta, diciendo que la democracia es un abuso de la estadística y hablando del azulino ¿te das cuenta? ¡del azulino! quince minutos de televisión a las nueve y media de la noche disertando sobre qué palabra es más chic, si "azulado" o "azulino"...

- Ja ja ja, me hacés cagar de risa...

- No, gordo, qué cagar de risa...Estoy harto.

- Ya sé, Mario, no me vengas a dar cátedra...ya sé...

- ¿Y entonces qué decís, pelotudo..? Si te digo ésto es porque me dio asco, asco físico, de irme a vomitar al baño.

- Sí, flaco, pero él no es el enemigo, no es para ahí para donde tenés que apuntar...

- ¡Pero si yo no apunto para ningún lado! Yo estaba en la mesa, comiendo tranquilamente y aparece el tipo en televisión, diciendo lo sorprendido que estaba que la gente estuviera reputeada porque él había dicho que a Latinoamérica lo peor que le puede pasar es la democracia ¿esto lo podés entender..?

-Ya sé, Mario, ya sé...pero entendeme lo que te digo...

- Sí, pero vos a mí también entendeme. Mirá, yo espero que esta ciudad no te haya aburguesado demasiado, pero a ver si te queda clara la situación: vos estás acá, en París, rebacán, pero allá están violando embarazadas y tirando gente al río desde los helicópteros! Yo no quiero entender a un tipo que tiene la posibilidad de crear conciencias, de denunciar atrocidades y prefiere hablar de poesía épica y defenestrar la democracia, no quiero, gordo, no puedo, no me sale y no tengo ganas...

-¿Crear conciencias...? ¿ che loco no se te está yendo un poco la mano..?

-Sí, crear conciencias, educar la sensibilidad, de todo podría hacer ese tipo, el mundo se está transformando en algo asqueroso, se está desbalanceando mal, y allá están reventando a todos, a todos. ¿Vos a quién creés que están haciendo pelota? ¡a la gente que piensa, gordo, no van a la remanchanta!.

-Ya sé, Mario...no soy tarado, eh? Lo que te digo es que el tipo es un artista, un escritor...

-Un hijo de re mil putas es lo que es...

-A ver...¿no te parece que le estás cargando mucho las tintas al pobre tipo? él escribe libros, nada más...además ¿te vas a poner a juzgar a todos los escritores fachas de la historia? mirá que se te complica, eh? y te aseguro que el viejo no es que va a salir peor parado...

-Mirá, yo no estoy juzgando ni al viejo ni al mundo, yo te estoy explicando una situación concreta en un momento concreto de la humanidad, y al arte me lo paso por el quinto forro de las pelotas.

-¿Ah, sí...?

-No me jodas, Capdevila, no empecemos...Esto se está yendo al carajo, yo no quiero ver a un tipo laburando diesiséis horas y que no tenga guita para que el hijo se compre un par de zapatos...¿entendés gordo? No sé qué pensarás vos en esta ciudad de mierda que vivís donde hay pares de medias que cuestan los mismo que paga mi vieja de alquiler de la casa, pero a mi me parece que si no se hace algo todo se va a ir al carajo...

-...y vos no creés que todo se fue ya al carajo...?

-Por eso, viejo... ¿cómo pensás que me siento yo al escuchar a un tipo diciendo esas animaladas? ¿te parece normal que no reaccione? ¿porque qué sería lo correcto? ¿quedarme escuchando y no decir nada?

- No sé, Mario...no sé, qué se yo lo que me estás preguntando...pero lo que sé es que el problema no es este tipo...eso lo tengo reclaro.

-Ok, lo tenés "reclaro". De acuerdo, el problema no es el tipo, él escribe libros y tiene permiso para decir lo que quiera: más o menos es eso lo que me estás diciendo ¿no? Ahora si querés hablemos de Celine, de Gide y de la concha de tu madre. ¿Sabés lo que pasa, Capdevila? Porque yo le estoy hablando al mismo tipo que se sentaba conmigo en el secundario, no? ¿o también te cambiaste de nombre? no sé, capaz que ahora te llamás "Capdevilá" o "Capdevileux"....

-Ahora no me jodas vos...

-Lo que te decía, viejo, "Para que el mal triunfe sólo hace falta que los buenos se queden callados" ¿Te acordás..?

-Me acuerdo, me acuerdo...

Entonces se hizo un silencio, un silencio que en diez segundos los llevó atrás, muy atrás. No tan atrás, hace veinticinco años.